lunes, 6 de junio de 2011

Modernismo


es un movimiento artístico que se desarrolló durante el final del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX.
Las primeras referencias que tenemos del Modernismo se producen en Inglaterra con los trabajos de John Ruskin (1819-1900), influenciado por el arte gótico, publicó una enorme cantidad de libros sobre literatura, pintura, arquitectura, escultura, estética y muchos otros sobre temas sociales. Su extraordinario gusto por cualquier tipo de arte, le llevaba a apreciar tanto a los pintores primitivos italianos como a los pre-rafaelitas ingleses como a Turner. Fue un gran propagandista del arte. Sus ideas se popularizaron a través de sus libros que influyeron en el movimiento Arts and Crafts que se caracteriza por un retorno a la naturaleza, formas graciosas, onduladas, delicadas, de un suave encanto, en las que son frecuentes vegetales, flores, insectos, peces, sirenas, dragones y pájaros de colores y colas espectaculares. El Modernismo encontró su expresión en formas de arte bien distintas, en arquitectura por ejemplo, son frecuentes los exteriores en piedra, 
cerámica y profusión de hierro forjado, interiores con paredes curvas, muchas veces con una decoración exuberante. 
La escultura, la pintura y las artes gráficas, dan un nuevo impulso a la selección de temas y su representación.
Ruskin se interesa por el arte, pero además, también explica las consecuencias sociales y políticas del arte, arquitectura y literatura. Estas ideas tuvieron un gran difusión e influencia sobre el arte en Europa y América.
En Inglaterra, Ruskin tuvo como seguidores a Edward Coley Burne-Jones (1833-1898), William Morris (1834-1896), Walter Crane (1845-1915) y otros, básicamente a través del mencionado movimiento Arts and Crafts, organizado alrededor de la "Arts and Crafts Society" fundada en 1888 y colaborando a un fuerte renacimiento de las artes. Para estos artistas, la belleza es esencial y ha de hacerse evidente en cada obra de arte y no solo en la obra personal de los artistas, sino también en los productos de la gran 
industria creada alrededor del movimiento y siguiendo sus ideas estéticas. 




El parnasianismo es un movimiento literario francés de la segunda mitad 
del siglo XIX (ca. 1860creado como reacción contra el Romanticismo de Víctor Hugo, el subjetivismo y el socialismo artístico. Los fundadores de este movimiento fueron Théophile Gautier (1811-1872) y Leconte de Lisle (1818-1894). La palabra es de origen griego y hace referencia a la cima del monte Parnaso donde estaban las musas inspiradoras, que eran diosas menores. Con respecto al parnasianismo francés se formó en el año 1866 con motivo de la publicación de tres antologías poéticas tituladas: "El Parnaso contemporáneo". Figuraban allí poemas de Théophile Gautier, Leconte de Lisle, Théodore de Banville, Sully Prudhomme, Catulle Mendès, a los que se les agregaban nombres de otros poetas que la historia del arte no clasificaría como parnasianos, entre ellos se encontraba Charles Baudelaire.

El Simbolismo fue uno de los movimientos artísticos más importantes de finales del siglo XIX. En Un manifeste littéraire ("Un manifiesto literario"), publicado en 1886, Jean Moréas definió este nuevo estilo: "Enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad, la descripción objetiva" (Ennemie de l'enseignement, la déclamation, la fausse sensibilité, la description objective). La poesía simbólica busca vertir la idea de manera sensible" (la poésie symbolique cherche à vêtir l'Idée d'une forme sensible). La literatura simbolista posee intenciones metafísicas, intenta utilizar el lenguaje literario como instrumento cognoscitivo, por lo cual se encuentra impregnada de misterio y misticismo. Intentaba encontrar lo que Charles Baudelaire, gran poeta precursor de este movimiento, denominó "correspondencias", las secretas afinidades entre el mundo sensible y el mundo espiritual. Para ello utilizaban determinados mecanismos estéticos, como la sinestesia


Autores:
   Leon Spilliaert: 
La travesía
  Edward Robert Huget: 
Un idilio de sueño.
   Herbert James Draper:
 Lamento de Ícaro.
Franz von Stuck: 
El pecado.

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